Las drogas opioides se caracterizan por ser utilizadas principalmente como analgésicos potentes para tratamientos de dolor agudo o crónico.
Los dolores agudos son pasajeros y permiten saber qué se puede estar lesionado o tener un problema que se debe atender. Algunas condiciones que causan dolor agudo son: lesiones deportivas, cirugías menores (ej. dentales), apendicitis, entre otras.
Los dolores crónicos son persistentes y pueden ocurrir por una lesión o infección que causa dolor continuo. Algunas condiciones que causan dolor crónico son: cirugías mayores, tratamientos oncológicas (cáncer), artritis, arteriosclerosis, VIH/SIDA, etc. Cabe destacar que el riesgo o la prevalencia de dolor crónico en mujeres es mayor que en hombres, pues las mujeres son más susceptibles y a su vez tienen más probabilidad de exposición crónica a opioides.
En la mayoría de los pacientes el uso de opioides es controversial. Se debe individualizar cada caso y solo se debe utilizar si los beneficios superan los riesgos, ya que son fármacos con efectos adversos potencialmente graves.
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